El Activity Based Working (ABW) es una filosofía de diseño de oficinas que responde a las necesidades de un entorno laboral moderno y dinámico. Este enfoque permite a los colaboradores elegir entre diferentes tipos de espacios según la actividad que estén realizando, desde áreas de colaboración hasta zonas de concentración. ABW se ha vuelto esencial para las empresas que buscan aumentar la productividad y promover el bienestar de sus colaboradores, ofreciendo flexibilidad y adaptabilidad en el uso del espacio.
Definición y principios:
El ABW propone que el entorno de trabajo debe ajustarse a las actividades que realiza cada colaborador, no al revés. Los principios clave de este modelo son la creación de una variedad de espacios especializados, como zonas de trabajo colaborativo, áreas de enfoque individual y espacios de descanso. Al permitir que los colaboradores elijan el lugar más adecuado para cada tarea, se fomenta la autonomía y se optimiza el uso del espacio. La flexibilidad es el núcleo del ABW, permitiendo adaptarse rápidamente a los requerimientos cambiantes del trabajo.
Beneficios del ABW para la productividad:
El ABW impulsa la productividad al mejorar la alineación entre el espacio de trabajo y las necesidades de los colaboradores. Las áreas diseñadas específicamente para diferentes tipos de tareas permiten una mejor concentración y eficiencia. Espacios silenciosos favorecen el trabajo profundo, mientras que zonas abiertas estimulan la colaboración. Este enfoque también maximiza el uso del espacio físico, evitando áreas infrautilizadas y creando ambientes que se adaptan al flujo de trabajo diario.
Impacto del ABW en el bienestar emocional y físico de los colaboradores:
El bienestar de los colaboradores es otro aspecto positivo del ABW, ya que tener control sobre el entorno reduce el estrés y aumenta la satisfacción laboral. Los colaboradores pueden elegir un espacio que se ajuste a su estado mental o físico en un momento dado. Además, la movilidad entre diferentes áreas del lugar de trabajo ayuda a combatir los problemas relacionados con la ergonomía y el sedentarismo, contribuyendo a un mejor estado físico y emocional.
Implementación en las empresas:
La implementación efectiva de ABW requiere una planificación cuidadosa. Es fundamental analizar los tipos de actividades que realiza el personal y diseñar espacios específicos para cada uno. Además, es necesario invertir en tecnología adecuada que permita a los colaboradores trabajar de manera eficiente en cualquier área. Cambiar la cultura organizacional también es clave para que los colaboradores adopten este modelo, aprendan a utilizar los diferentes espacios y maximicen los beneficios del ABW.
Algunos ejemplos de cómo serían:
Zonas de concentración:
Espacios privados, como cubículos insonorizados o pequeñas cabinas individuales, equipados con escritorios ergonómicos y tecnología silenciosa. Estos lugares permiten a los colaboradores trabajar en tareas que requieren enfoque sin interrupciones. La iluminación debe ser suave y la decoración minimalista para evitar distracciones visuales, fomentando la productividad en actividades intensivas en concentración como la escritura, análisis o programación.
Áreas de colaboración:
Espacios abiertos con mesas amplias y asientos modulares que se pueden reorganizar fácilmente para adaptarse a diferentes tamaños de equipos. La acústica también es clave para evitar la dispersión de ruido. Son ideales para reuniones rápidas, sesiones de brainstorming y trabajo en equipo que requiera una constante interacción entre los miembros.
Salas de reuniones informales:
Zonas acogedoras con sillones, sofás y sillas cómodas distribuidas en círculos o semi-círculos, promoviendo conversaciones rápidas y casuales. Estas áreas suelen estar decoradas de forma más relajada y amigable, y podrían incluir pequeñas mesas bajas y decoración que fomente un ambiente distendido. Son perfectas para intercambios creativos o sesiones informales que no necesitan la formalidad de una sala de reuniones tradicional.
Espacios de descanso:
Ambientes diseñados para la relajación con opciones como cafeterías internas, áreas de juegos o zonas de lectura. Aquí, los colaboradores pueden desconectar del trabajo por un momento, lo que es clave para reducir el estrés y aumentar la creatividad y la productividad a largo plazo. Estos espacios pueden estar decorados con plantas, iluminación natural y mobiliario cómodo para fomentar el bienestar.
Espacios de innovación:
Áreas dedicadas a la creatividad, con pizarra y asientos que se pueden mover fácilmente. Pueden incluir materiales físicos como papel, bolígrafos, marcadores, además de tecnología como pantallas interactivas y herramientas digitales de diseño. Son perfectos para sesiones de design thinking o proyectos que requieran una lluvia de ideas y un enfoque dinámico.
Estos entornos ofrecen flexibilidad para que los colaboradores elijan el espacio según la tarea a realizar, lo que mejora la productividad y el bienestar.
El activity based working no solo mejora la productividad, sino también el bienestar y la satisfacción de los colaboradores. Aunque su implementación puede requerir ajustes y una buena planificación, la flexibilidad y los beneficios a largo plazo hacen que valga la pena. Las empresas que adoptan este enfoque logran crear entornos de trabajo más adaptativos y eficientes.